Se trata de dos estrategias médicas poderosas para combatir el cáncer y las evidencias se publicaron esta semana en la edición global de la revista especializada The Lancet. La investigadora del Conicet Silvina Arrosi encaró los estudios poblacionales desde la provincia de Jujuy. Es el tipo de cáncer que representa una de las amenazas más graves para la vida de las mujeres.
El clamor no es nuevo. Ya en 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó al mundo a «poner fin al cáncer cervicouterino». Según cifras de la entidad sanitaria global, más de 72 mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino ese año en la región de las Américas y casi 34 mil fallecieron.
Este cáncer -catalogado como «una de las amenazas más graves para la vida de las mujeres»-, es causado por la infección del virus del papiloma humano (VPH o HPV en inglés), un virus de transmisión sexual. Si bien es un cáncer casi totalmente prevenible, el mayor problema actual es la desigualdad que existe para acceder al tamizaje, es decir, al método de búsqueda de posibles rastros de la enfermedad.
La tasa de mortalidad del VPH hoy es tres veces más alta en América Latina y el Caribe que en Norteamérica
«El cáncer cervicouterino es inadmisible en el siglo XXI: no tiene razón de ser. Se asemeja a enfermedades antiguas como el cólera -asegura Silvina Arrossi, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES)-. Es el cáncer de la pobreza, de mujeres socialmente vulnerables, porque es el único que se puede prevenir de manera completa, incluso antes de que sea cáncer».
Arrossi está involucrada, desde hace más de diez años, en el diseño de una política pública para prevenir esta enfermedad basada en el «test de VPH». Hasta hoy, el método más extendido para detectar presencia de lesiones precancerosas es el Papanicolau: el estudio que, de manera generalmente anual, se realizan las mujeres en el consultorio ginecológico. Pero el test de VPH es una nueva tecnología para detectarlo, un método altamente sensible para detectar lesiones precancerosas, que además permite a las mujeres tomar a ellas mismas la muestra, sin ir al consultorio ginecológico.
Fuente: www.infobae.com