Además, logra reducir el tiempo de tratamiento.
DIAGNÓSTICO. Se acelera gracias a las Unidades Móviles de Rescate Cerebral.
Un ataque cerebral es una urgencia médica de vital importancia. Por este motivo, es una muy buena noticia la existencia de una ambulancia que permite acelerar el diagnóstico -y el posterior tratamiento- del ACV.
Se trata de las Unidades Móviles de Rescate Cerebral y están equipadas con la tecnología más avanzada. Gracias a este desarrollo, , se pueden realizar los principales estudios durante el traslado al centro médico.
Otra gran novedad es que mientras en el mundo comienzan a implementarse vehículos de este tipo, Argentina es pionera y ya cuenta con la primera Unidad Móvil de Rescate Cerebral de Latinoamérica.
Minutos vitales
Gracias a este tipo de ambulancias, se ganan minutos vitales para decidir el camino terapéutico a seguir, lo que permitiría reducir la mortalidad y la discapacidad por ataque cerebral.
Un dato a tener en cuenta es que la Clínica La Sagrada Familia es la primera en implementarla. DOSUBA, la Obra Social de la Universidad de Buenos Aires es la primera en firmar un convenio para contar con este servicio.
Un ataque cerebral es una urgencia médica severa. Cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, cada minuto que pasa eleva el riesgo de discapacidad y muerte.
Es por eso que la llegada de Unidades Móviles de Rescate Cerebral representan una oportunidad para los pacientes que sufren estos accidentes.
El Prof. Dr. Pedro Lylyk, médico neurocirujano y director de ENERI y la Clínica La Sagrada Familia, explicó que “el vehículo posee tomógrafo, ecógrafo Doppler, laboratorio y un equipo médico completo (médico neurólogo, enfermero, técnico radiólogo) en permanente contacto con el staff médico de la clínica.
La ambulancia llega hasta donde está el paciente; se realiza una tomografía cerebral y otros estudios en menos de tres minutos, a bordo de la unidad móvil; los resultados e imágenes se transmiten a la base, donde el equipo de neurología, neurocirugía y neuro-radiología intervencionista evalúan la situación y deciden el curso de acción.
Sobre el ACV
El ataque cerebral puede ser de dos tipos: el más frecuente es el isquémico (bloqueo del vaso debido a un coágulo de sangre), y el otro es el hemorrágico (ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro).
Si se trata de un ACV isquémico, las guías internacionales recomiendan administrar drogas trombolíticas lo más rápido que se pueda, como máximo hasta cuatro horas y media después del evento; pasado ese tiempo, se debe optar por otras técnicas.
Para eso es preciso primero confirmar el diagnóstico y luego determinar de qué tipo de ataque cerebral se trata.
“Si se confirma el diagnóstico de ACV isquémico, en la misma ambulancia comienza el tratamiento, mediante la administración de una droga trombolítica, es decir que contribuye a disolver coágulos o ‘trombos’ y a restablecer el flujo de sangre al cerebro”, explicó el especialista.
Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012 murieron 6,7 millones de personas en el mundo por ACV. También es un causante importante de discapacidad a largo plazo.
En Argentina, el ataque cerebral es una problemática de peso: un estudio realizado en Junín indicó una prevalencia de 868 casos cada 100 mil habitantes.
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