El problema de la enfermería en Brasil

28 agosto, 2014

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Se buscan enfermeras, técnicos y auxiliares, pero no siempre aparecen los candidatos. «Creo que la demanda de profesionales se ha incrementado como resultado del número de camas que tenemos hoy y por la gravedad de los pacientes que recibimos. Por más que la mayoría de las escuelas coloquen profesionales en el mercado de trabajo, todavía hay un déficit bastante grande», dice la jefa de enfermería Ana Cláudia Giffhorn.

São Paulo – A pesar de que el déficit de médicos en las regiones más pobres es uno de los mayores problemas que enfrenta la población, el país también se enfrenta a una escasez de profesionales de enfermería. Según la Federación Nacional de Enfermeras (FNE), en la actualidad hay cerca de 450.000 personas en esta área, que corresponde al 60 % de los trabajadores de la salud. Aun así, el número es menor del preconizado por la OMS.

«Hoy somos 0,99 enfermeras por cada mil habitantes, cuando debería ser al menos del 4 por mil, como en la mayoría de los países desarrollados», dice la presidente de la federación, Solange Caetano. Según ella, hay una resolución del Consejo Federal de Enfermería (COFEN) sobre el dimensionamiento del personal que no es seguido por los empleadores y por los administradores de salud. «Si se cumpliera esa resolución, el número de profesionales en el mercado laboral sería insuficiente».

A diferencia del programa “Más médicos”, la categoría sufre en la piel la ausencia de estos profesionales en el lugar de trabajo, ya sea por agresiones físicas por parte de los usuarios, ya sea por exceso de trabajo. Según la organización, en todo el país, tanto en el sector público como en el privado, las enfermeras están sobrecargadas de trabajo, trabajan en condiciones precarias, en jornadas exhaustivas y reciben salarios bajos. «Cuando se habla de las condiciones salariales, la situación es peor en el sector público, con un salario inferior a la media del mercado de trabajo. Y en algunos estados, incluso inferior al salario mínimo establecido en el convenio colectivo de trabajo para el sector privado», dijo.

Los salarios del sector filantrópico y privado son un poco más alto porque los sindicatos negocian con los estados y pueden establecer convenios de pisos. Entre los municipios, los salarios son muy bajos y hay problemas en la contratación, que a menudo es irregular, a través de cooperativas, contratos de servicio y de emergencia autónoma.

El salario promedio de las enfermeras es de $R 2.800, mucho menor que lo que se les pagará a los becarios del programa “Mais Médicos” ($R10.000). «Hay disparidad salarial entre los médicos y otras categorías de salud. Por supuesto que queremos tener salarios decentes y beneficios, principalmente porque somos la base de apoyo de la salud en Brasil y no tenemos ningún reconocimiento y mucho menos valorización salarial «, dice Solange.

Para ella, el gobierno valora a los becarios y no mira a los trabajadores que «han cargado el Sistema Único de Salud (SUS) en sus espaldas, que se enferman por exceso de trabajo, el acoso moral y la devaluación que ha llevado incluso a suicidios».

Entre los 40 países encuestados, Brasil tiene una tasa similar a la India, solo quedó delante de Chile. En primer lugar está Islandia, con 15 enfermeras por cada mil habitantes.

De acuerdo con la Asociación Brasileña (Aben) de Enfermería en algunas especialidades, la situación es aún más grave. Los profesionales no tienen las unidades básicas de salud, y para el cuidado de los ancianos. Y a medida que la población de un país crece, aumenta la necesidad de personal de enfermería.

«La región del Sudeste es la mejor en escuelas, el Sur también tiene un gran número de escuelas, pero todavía se concentran en las capitales y grandes centros «, dice Carmen Cristina dos Santos, presidente nacional de Aben.

En Paraná, por ejemplo, los que trabajan en las ciudades pequeñas pueden ganar hasta el doble de lo que recibiría en la capital. En Curitiba, la carga de trabajo va a pasar 40 a 30 horas a partir de marzo.