Del boom instagramero de la ginecología a los controles. La aparatología clave a la hora de diagnosticar enfermedades y la mirada de especialistas.
En el año ´87 se propuso que el 28 de mayo sea el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Para utilizarlo como recordatorio para poder abordar múltiples causas de enfermedad y muerte que afectan a las mujeres”, apunta la ginecóloga Karina Savransky.
“Yo soy ginecóloga infanto-juvenil, empiezo con las chicas en el momento en el que comienzan el desarrollo, y a veces llegan antes para saber que va a pasar.
Son consultas de forma anual para ir armando un lugar. Es importante ir marcando una agenda en una especialidad que es la ginecología que tiene que ver con la intimidad, la sexualidad”.
“Ahora que tenemos ese deschave instagramero, donde vemos menstruación en todas partes. Y como colocarse la copita o un tampón, a que edad y en qué momento, estamos avanzando un montón, tratando de encontrar un equilibrio.
Este espacio es fundamental”, remarca Savransky sobre la necesidad de crear consciencia y realizar controles periódicos.
“Las revisiones ginecológicas son determinantes durante toda la vida de la mujer. De cara a prevenir o detectar precozmente posibles patologías, en especial aquellas de tipo oncológico.
Como el cáncer de mama, el tipo de tumor más frecuente entre las mujeres, por delante del colorrectal, el de útero, el de pulmón y el de ovario.
El 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama.
Y la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8”, marca la Dra. María Isabel Carbonell Luna.
Más allá de estos tumores, las revisiones ginecológicas son claves en la prevención de la infección por el virus del papiloma humano.
La infección de transmisión sexual más común y diferente a otras que también tienen su origen en las infecciones de transmisión sexual, como el VIH o el herpes.
“Existen más de 200 genotipos de VPH y en la mayoría de los casos, los afectados no presentan sintomatología alguna o desarrollan afecciones leves, como verrugas”, explica el ginecólogo José Antonio Vargas.
En este sentido, la prevención se convierte en una herramienta fundamental. Y allí la tecnología juega un rol invaluable en la detección y tratamiento.
“La prevención del cáncer de cuello de útero se realiza con el Papanicolau con el cual se pueden detectar las lesiones precursoras del mismo, el cuál es recomendable realizarse una vez al año.
A su vez, los estudios de mamografía se inician (cuando no existen antecedentes personales y familiares de cáncer de mama) desde los 40 años.
La ecografía mamaria se utiliza para edades más jóvenes, en chequeos anuales y como complemento a la mamografía”. Apunta la Dra. Camila Agosti (MN 157616) especialista en Ginecología y Obstetricia.
Agosti comenta que la tecnología ha abierto una puerta innegablemente el sector de la salud femenina.
Facilitando procedimientos, diagnósticos, tratamientos y seguimiento de diferentes enfermedades en la mujer. Estos avances aceleran el análisis de datos tanto para los médicos como para las pacientes.
“Hoy en día con estos avances desde lo ginecológico se puede hacer un análisis preventivo en la mujer.
Los ecógrafos Vinno G86, que nos provee Centros de Servicios Hospitalarios (CSH), por ejemplo. Ayudan al profesional a la comprensión de las imágenes con un mayor nivel de detalle.
Generalmente estos equipos son utilizados para estudios de 4D abdominal, ecografías obstétricas, scan fetal. Ecodoppler, estudios de cardiología, imágenes panorámicas, TN obstétricas y ginecológicas”, detalla la doctora.
“La tecnología permite ofrecerle a los pacientes cada vez mejores resultados, con menos repercusiones.
En el caso concreto de la ginecología y obstetricia, algunos de estos avances son la cirugía robótica. La reconstrucción del piso pélvico y el tensamiento vaginal por láser, entre otros”, apunta el ginecólogo Constantino Tserotas.
“La Laparoscopía permite evaluar mejor los órganos internos y hacer procedimientos quirúrgicos sin tener que someter al paciente a una cirugía abierta.
Asimismo, la reconstrucción del piso pélvico permite corregir los daños de la vagina, recto, uretra. Y caída del útero asociados a los partos de una forma adecuada que den soporte y permitan mantener relaciones sexuales posteriormente”, concluye el especialista.
Fuente: www.noticias.perfil.com