Científicos estudian si los sublinajes Ómicron BA.4 y BA.5 ya se encuentran en pacientes afectados en el país.
La segunda escalada de los casos de COVID-19 por la variante Ómicron del coronavirus y sus sublinajes está en marcha en la Argentina.
La curva en ascenso de los casos reportados por el Ministerio de Salud de la Nación varía según las 24 jurisdicciones.
Entre las jurisdicciones que están registrando los aumentos de casos se encuentran la ciudad de Buenos Aires (CABA) y las provincias de La Rioja, Chubut y Corrientes.
En CABA, los casos subieron un 45%. En La Rioja y Corrientes, crecieron el 50%.
En Chubut, aumentaron el 59%. En tanto, los casos también está en aumento en Santa Fe (43%), Misiones (43%), Córdoba (32%).
Durante las últimas semanas, los casos confirmados de personas con COVID-19 que fueron diagnosticadas con la infección aumentaron más del 20% a nivel nacional.
En comparación con los casos detectados durante los 14 días previos si se considera la fecha de inicio de síntomas de la enfermedad.
La mayoría son por Ómicron BA.1 y Ómicron BA.2.. Y se investiga un probable caso por nuevos sublinajes encontrados en África, Ómicron BA.4 ó Ómicron BA.5.
Pero cabe la posibilidad de que el crecimiento de los casos de personas con la infección sea aún mayor ya que no todos los afectados con síntomas ahora se hacen los testeos.
Solo se realizan en personas priorizadas por la posibilidad de que desarrollen complicaciones y requieran hospitalización.
Mientras tanto, científicos de instituciones públicas están atentos a la posibilidad de que se detecten nuevas subvariantes de Ómicron. Que ya se han encontrado en África, América del Norte y en Europa.
La emergencia de esa diversidad de subvariantes significa que cada vez es más crítico que la población vaya a recibir las dosis de refuerzo.
Porque la protección de las dosis del esquema primario se reduce con el paso del tiempo.
Hasta ahora solo el 47% de la población argentina recibió refuerzos.
La subida de los casos de COVID-19 en el país se debería a la mayor circulación de la subvariante Ómicron BA.2, al menor uso del barbijo. A las reuniones en lugares cerrados en un momento con temperaturas más bajas por el otoño.
Y a que una parte de la población aún no ha ido a aplicarse las dosis de refuerzo por lo cual está menos protegida, según los expertos científicos y médicos consultados.
Aquí van las 3 claves para comprender cómo está hoy la pandemia en la Argentina:
1- Avanza la circulación de las subariantes de Ómicron.
Se sospecha que muchos de los nuevos casos de COVID-19 en la Argentina serían por la circulación creciente de la subvariante Ómicron BA.2.
La mayoría de los casos en diciembre y enero pasado eran -en cambio- por la subvariante Ómicron BA.1.
Según el último reporte del Instituto ANLIS/Malbrán, ya había al menos 57 pacientes diagnosticados con BA.2 en marzo pasado.
Pero se estima que los afectados por la subvariante BA.2 serían más. Ese sublinaje ha estado motorizando más contagios desde febrero en África, Asia, Europa y América del Norte.
La doctora Ana Laura Cavatorta, investigadora del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario e integrante de Proyecto País -el consorcio de vigilancia genómica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación-, contó.
“En Santa Fe, estamos detectando a la subvariante Ómicron BA.2 en un 50% de las muestras, pero hay que tomar el dato con cautela.
Porque puede estar sesgado ya que tanto en Santa Fe como en las jurisdicciones están aumentando los casos de COVID-19. Pero hay menos testeos y tenemos dificultad en tener muestras óptimas para hacer secuenciación y llevar a cabo la vigilancia genómica”.
Ómicron sigue siendo predominante en el mundo. Pero sus sublinajes van cambiando en su frecuencia y también preocupan.
Además de Ómicron BA.2, se está siguiendo de cerca a las subvariantes BA.4 y BA.5. Que se identifican en más del 60% de los casos de COVID-19 en Sudáfrica.
Donde fueron detectadas porque el país cuenta con investigadores que realizan la vigilancia genómica en tiempo real.
En la Argentina, el Proyecto País de vigilancia genómica del coronavirus, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Tiene en análisis un probable caso de COVID-19 por los sublinajes BA.4 ó BA.5, según contó la coordinadora y científica Mariana Viegas. El caso está en estudio.
Además, en los Estados Unidos, se identificó el sublinaje Ómicron BA.2.12.1, que se está extendiendo rápidamente.
Es probable que en las próximas semanas se convierta en la forma dominante del virus en ese país. Aunque todavía no hay indicios de que ese sublinaje cause una enfermedad más grave que los demás.
En China, un equipo de científicos de la Universidad de Pekín hizo un estudio sobre los sublinajes de Ómicron.
“Nuestros resultados indican que Ómicron puede evolucionar con mutaciones que evaden específicamente la inmunidad humoral provocada por la infección por BA.1″. Escribieron los investigadores chinos en el trabajo que aún está sujeto a revisión de pares.
Los resultados de ese estudio demuestran que “el desarrollo de nuevas vacunas basadas en Ómicron BA.1 no sería una buena idea.
En términos más generales, implican que la circulación viral sigue favoreciendo la evolución continua del coronavirus hacia versiones que evaden la preinmunidad poblacional.
Esto significa que quiebra la posibilidad de alcanzar la inmunidad de rebaño basada en la infección previa”, según explicó el doctor Humberto Debat, virólogo del INTA y miembro del Consorcio País.
2- Hay más casos de COVID-19, aunque no todos son diagnosticados
Si se consideran los reportes al sistema de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud según la fecha de inicio de síntomas a nivel nacional.
Hubo 662 casos confirmados en promedio en la semana del 10 al 16 de abril.
Luego, crecieron a 854 casos desde el 17 al 23 de abril, y fueron 878 casos desde el 24 al 30 de abril.
“Al tener en cuenta que hoy no todas las personas con la infección tienen que hacerse el hisopado y puede haber demora en la carga de datos. Se puede solo afirmar que hubo un aumento del 20% como mínimo a nivel nacional.
Es decir, durante las últimas dos semanas (hasta el 30 de abril), los casos confirmados de personas que fueron diagnosticadas con la infección habría aumentado más del 20% a nivel nacional en comparación con los detectados en los 14 días previos”.
Dijo el doctor Jorge Aliaga, secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham. Quien hace un análisis de los datos -ahora semanales- del Ministerio de Salud de la Nación.
Otro indicador de la evolución de la pandemia son los niveles de positividad cuando se hacen los testeos.
Durante la ola por Ómicron BA.1, en enero, se hacían más 200.000 tests por día en la Argentina, y se llegó a más del 80% de positividad.
En los meses siguientes, los testeos fueron bajando hasta llegar en marzo a menos de 20.000 testeos por día.
Durante la última semana notificada, se hicieron 83.602 testeos, y se encontró que el 12,5 % de los que se testearon dieron positivos para el COVID-19. Se hicieron menos de 12.000 testeos por día.
En la ciudad de Buenos Aires, durante el mes de abril los casos de COVID-19 confirmados y el nivel de positividad se duplicaron.
Eso podría indicar que el aumento de los casos es más que el doble, porque aumentó la positividad por el cambio de criterio para realizar los testeos, señaló el doctor Aliaga.
En la última semana de abril, el nivel de positividad estuvo por encima del 13% en Ciudad de Buenos Aires, 10% en provincia de Buenos Aires.
25% en Santa Fe y 10% en Córdoba, aunque si había carga de datos demorada los números podrían cambiar en el próximo reporte.
Con respecto a otros dos indicadores, como la internación de pacientes por COVID-19 en terapias intensivas en hospitales y los fallecimientos, la situación de la pandemia parecería seguir en retroceso.
Las internaciones en terapia intensiva habrían bajado el 19% si se compara los números de pacientes internados diariamente como promedio semanal entre la primera semana y la última semana del mes de abril.
Pasaron de 455 internados en la primera semana a 367 en la última.
En cuanto a los fallecimientos, al menos las muertes reportadas también siguieron en caída tanto en marzo como en abril.
Solo se registraron 129 fallecimientos que ocurrieron durante el mes de abril, aunque podría haber demora en las notificaciones por parte de las jurisdicciones.
Desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, la subsecretaria de gestión de la información Leticia Ceriani. Dijo que “es probable que haya más casos de COVID-19 pero hoy la notificación es más baja por el cambio en los criterios de testeos.
Puede haber más casos con el frío, pero -al igual que la ola de Ómicron BA.1 de diciembre pasado- no impactaría sobre el sistema hospitalario.
Es decir, no se generaría la tensión en hospitales como la que ocurrió por la variante Gamma del coronavirus en el otoño y el invierno del año pasado.
Al tener una alta cobertura de vacunación, ahora pasó a ser más importante monitorear las internaciones y no los casos”.
3- El ritmo de la vacunación con refuerzo aún es lento
Argentina está entre los 20 países del mundo con más alta cobertura contra el COVID-19 si se tiene en cuenta el esquema primario de vacunación.
El 83% de la población tiene las dos dosis, según el sitio OurWorldInData. Pero solo el 47% tiene dosis de refuerzo, a pesar de que las vacunas ya están disponibles para la población.
De acuerdo al doctor Eduardo López, director de la carrera de infectología pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la ciudad de Buenos Aires.
“Los casos de COVID-19 están aumentando por diferentes factores. Hay un ritmo lento de la vacunación con las dosis de refuerzo.
Y se sabe que tener aplicadas solo dos dosis de vacunas hoy no es suficiente frente a la exposición ante la variante Ómicron y sus sublinajes, que son más transmisibles.
Además, las temperaturas más bajas favorecen las reuniones en lugares cerrados y aumenta el riesgo de transmisión del virus. Y hay personas que ahora adhieren menos a los cuidados de prevención como el uso del barbijo”.
Desde la perspectiva del doctor López, con el cambio de criterios para hacer los testeos que se decidió el 13 de abril en el marco del Consejo Federal de Salud, hoy hay casos que no se están diagnosticando.
“Algunas jurisdicciones están haciendo menos testeos y habría casos que no están siendo reportados.
Pero hay que estar atentos a la situación de las hospitalizaciones por el COVID-19. Especialmente por el avance de la subvariante Ómicron BA.2 u otros sublinajes.
Y es importante recordar a la población que debe ir a recibir las dosis de refuerzo en este momento”, afirmó López.
Para la doctora Leda Guzzi, de la comisión de comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología.
La población tiene que ocuparse de completar el esquema primario y aplicarse los refuerzos.
En la Argentina, la aplicación del segundo refuerzo se habilitó el 14 de abril pasado para los grupos priorizados.
En Israel, el Ministerio de Salud empezó en enero pasado a aplicar la cuarta dosis de vacunas en grupos priorizados.
Días atrás, se dio a conocer un estudio en la revista especializada NEJM por el cual se demostró que entre 14 y 30 días después de que una persona que recibe el segundo refuerzo, tiene un 61% de protección para prevenir la infección con síntomas.
Además, el segundo refuerzo brinda una protección del 72% contra hospitalización y el 76% contra mortalidad.
Días atrás, la Ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, informó durante las dos semanas pasadas se duplicaron las dosis aplicadas.
Pero enfatizó en que “todavía estamos bajito, pasamos de 250 mil a 500 mil en el país, necesitamos estimular ese segundo refuerzo en la población que tiene más riesgo”.
Además, instó “a quien todavía no recibió ese el primer refuerzo acercarse” a los centros de vacunación.
Porque “están las vacunas y va a ser la clave para que, aunque aumenten los casos, no tengamos hospitalizaciones y muertos”.
Fuente: www.infobae.com