Científicos argentinos junto a investigadores de la Universidad de Harvard analizan los efectos de un componente del Omega-3 en la prevención del coronavirus en el personal de salud e individuos con alto riesgo de contraer la afección.
Investigadores argentinos buscan voluntarios entre los profesionales de la salud e individuos con alto riesgo de contraer COVID-19, para formar parte de un estudio clínico prometedor denominado PREPARE-IT, que busca estudiar en el país los efectos de un componente del Omega-3, aceite de pescado enriquecido con un derivado de EPA (ácido etil-eicosapentaenoico), que podría servir para disminuir el riesgo de contraer la afección, por sus propiedades antivirales, antiinflamatorias y antitrombóticas.
Según especifican, el personal de salud es una de la sub poblaciones con mayor riesgo de contagio por SARS-CoV-2. En la mayoría de las series representa un porcentaje muy elevado de la población infectada (entre un 20/25%). Se cree que aproximadamente 1/6 a 1/5 de ellos pueden infectarse en el curso de la pandemia. Con excepción de las medidas poblacionales, como aislamiento sanitario, distanciamiento social y barbijo, hasta el momento no existen medidas farmacológicas preventivas que hayan demostrado reducir la tasa de infección frente al COVID-19.
Dos equipos de científicos transdisciplinares, uno radicado en la ciudad de Rosario y el otro desde la Universidad de Harvard en los Estados Unidos, trabajan contrarreloj para avanzar en la investigación. Para que este ensayo clínico pueda avanzar, precisa 1.500 trabajadores sanos de los sectores sanitarios, quienes serán divididos en grupos de tratamiento y placebo durante un período de ocho semanas. Al grupo de tratamiento se le administra una dosis diaria de 8 gramos de la droga basada en Ácido Eicosapentaenoico (o EPA) durante las primeras tres jornadas y 4 gramos diarios durante los días 4-60, o un esquema idéntico al grupo placebo.
“Buscamos voluntarios trabajadores de salud para poder testear formalmente con metodología científica si esta alternativa es efectiva en el contexto de esta pandemia”, advirtió Rafael Díaz, médico cardiólogo que junto a Andrés Orlandini encabezan el equipo de investigadores argentinos perteneciente a ECLA (Estudios Clínicos Latinoamérica) y al Instituto Cardiovascular de Rosario.
El equipo se completa desde la Universidad de Harvard y liderado por el doctor en medicina, Deepak L. Bhatt, quien además es director ejecutivo del Programa de Intervenciones Cardiovasculares y profesor de la Universidad de Harvard. Deepak Bhatt es una de las personalidades académicas más destacadas de los últimos años en el ámbito cardiovascular. Su mayor producción científica estuvo focalizada en el área de trombosis, agregación plaquetaria y prevención cardiovascular. Una de las contribuciones de mayor impacto fue demostrar reducción de morbilidad y mortalidad cardiovascular con un derivado etílico del Ácido Eicosapentaenoico (o EPA), presente en el Omega 3, en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Actualmente aporta su experiencia y conocimiento en investigaciones de gran nivel científico para mitigar las consecuencias de la actual pandemia por el nuevo coronavirus.
Los ácidos grasos poliinsaturados en altas dosis, tipo omega 3, poseen propiedades que los hacen potencialmente beneficiosos en el contexto de pandemia: podrían reducir las tasas de infección por SARS-Cov-2 y modular el proceso inflamatorio y de reparación en pacientes COVID-19. Al ser una variante nutricional, no posee protección de patente y por lo tanto sus costos son abordables desde la perspectiva poblacional. Esto significa que es universalmente aplicable. Sus efectos adversos son escasos, por lo cual aumenta su aplicabilidad y potencial universalidad de utilización.
Los científicos creen que partiendo de la base de que estos compuestos tienen mecanismos moleculares antiinflamatorios y antitrombóticos que se han demostrado en experimentación básica a nivel celular: un nuevo estudio clínico que fue presentado a fines del año 2018, denominado REDUCE-IT, fue planificado con altas dosis de Omega 3, de un derivado etílico del EPA, solamente EPA en una alta dosis, de 4 gramos.
Los criterios de inclusión incluyen: tener 18 años o más; los médicos, enfermeras, personal auxiliar, personal de limpieza que trabaja en Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) o Departamentos de Emergencia que tratan a pacientes con COVID-19; personas que realizan procedimientos de generación de aerosol en pacientes con COVID-19 (es decir, anestesiólogos, enfermeras, dentistas, médicos que realicen ecografías transesofágicos, etc.); ser familiar de un caso índice de COVID-19 con contacto (de acuerdo con la definición del Ministerio de Salud de la Nación vigente al momento de la evaluación) y/o personal de laboratorio que actualmente realiza la prueba COVID-19.
Fuente: www.infobae.com