Al contrario de lo que se pensaba, los turnos de 12 horas en el ámbito hospitalario no ofrecen tantas ventajas como se presuponía. Según un informe europeo centrado en los datos de 12 países, entre los que se encuentra España, trabajar medio día entero fomenta el agotamiento emocional, la insatisfacción laboral y las ganas de finiquitar el contrato.
En algunas naciones como Inglaterra, Irlanda y Polonia, este sistema de trabajo cada vez es más frecuente. Entre los argumentos a favor, se cree que, en comparación con los turnos habituales de siete y ocho horas, «aumenta la eficacia y la productividad y ofrece mayor flexibilidad y más días libres completos», reza el documento. Sin embargo, «estos patrones no han sido exhaustivamente analizados», advierten los investigadores responsables de este informe.
Una encuesta coordinada entre 488 hospitales de Bélgica, Inglaterra, Finlandia, Alemania, Grecia, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Polonia, Suiza, Suecia y también España arroja algo más de luz al respecto. En total, 31.627 trabajadores de Enfermería respondieron entre 2009 y 2010 a un cuestionario de 118 preguntas. El objetivo inicial, aclara una de las investigadoras implicadas, Teresa Moreno Casbas, de la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud del Instituto Carlos III (Madrid), era «comprobar si la formación y el número de pacientes asignados a cada enfermera aumentaba o reducía la mortalidad en cirugía al tercer día». Efectivamente, influyen, al igual que el hecho de «no haber descansado».
Entre las cuestiones que se les planteaba, tenían que responder sobre su entorno laboral y su satisfacción con diferentes aspectos, como los turnos. De ahí este análisis secundario que acaba de publicar la revista British Medical Journal Open. Los autores se sirvieron de una escala internacional que puntúa el agotamiento emocional (MBI) y de la palabra de los propios encuestados.
La edad promedio de los encuestados fue de 38 años, y la mayoría eran mujeres. Según las conclusiones, el turno más común era de ocho o menos horas (50%), casi un tercio de los participantes trabajaba entre ocho y 10 horas (31%), el 4%, entre 10 y 12 horas y el 14%, 12 o más horas. Aunque estos dos últimos turnos no suponen un alto porcentaje en general, en algunos países sí se aplican con más frecuencia. Por ejemplo, en Inglaterra (39%), Irlanda (79%) y Polonia (99%). No es el caso de España, donde «el turno de 12 horas es minoritario», puntualiza Moreno Casbas. «Hay muy pocos hospitales en España que lo incorporen. A los gestores no les gusta mucho. Genera mucha controversia».
En la misma línea, Rafael Reig, secretario general de Acción sindical del sindicato Satse, confirma que «los turnos de 12 horas son minoritarios en nuestro país. La gran mayoría del personal de enfermería hace turnos rotativos de siete horas».
A tenor de los datos, los autores del análisis europeo han observado, en general, que uno de cada cuatro (27%) encuestados mostraba alto agotamiento emocional, mientras que el 17% reconocía su «intención de abandonar el trabajo». Concretamente, la insatisfacción laboral y el agotamiento emocional de los que trabajaban más de 12 horas ascendía al 40% y el 31% sentía ganas de irse.
Aunque se trata de un estudio observacional y las conclusiones, por lo tanto, no son definitivas en cuanto a la relación directa causa-efecto, «los resultados plantean importantes cuestiones para los administradores y empresarios, que deben ser conscientes de los efectos potenciales del agotamiento, que aumenta el riesgo de cometer un error e influye en la calidad de la atención sanitaria, el bienestar del empleado y un aumento del absentismo laboral», argumentan los investigadores de este trabajo.
Lo cierto es que, hasta la fecha, la literatura científica apuntaba que los turnos de 12 horas ayudan a retener al personal de enfermería en la práctica clínica de un hospital, ya que les aporta más flexibilidad, menos días trabajados a la semana (las mismas horas con otra distribución) y más libranzas. Se creía que potenciaba la satisfacción de este gremio. Sin embargo, dados los últimos datos, tendrá que analizarse con más detalle la realidad de este colectivo.
En este sentido, Moreno Casbas y su equipo están desarrollando un proyecto en el Instituto Carlos III a través del cual han recogido los datos de 1.000 enfermeras que han llevado unos sensores con los que se miden los ritmos biológicos, el descanso… Así, «podremos determinar cuál de todos los turnos genera más dificultades para recuperarse».
Por su experiencia, «sin duda, los turnos fijos son los que más satisfacción generan. Los rotatorios no permiten organizar la vida personal de la misma manera. El personal de enfermería tiene que esperar a tener las planillas de tres meses». En cuanto a las 12 horas seguidas de trabajo, «los que están a favor dicen que se puede hacer un mejor seguimiento del paciente (por ejemplo, de 7 de la mañana a 7 de la tarde). Los que están en contra aseguran que no se puede rendir igual y que la capacidad de reacción ante situaciones delicadas es peor».
Como expone Reig, «hay que buscar el interés del personal de enfermería y del paciente. Y lo que está claro es que en algunos servicios concretos, como Urgencias y en las matronas, se ha probado como experiencia piloto y no se ha continuado. Terminan muy cansados«. El verdadero problema para este gremio, continúa, «son las rotaciones, es lo que fomenta el abandono profesional y la dificultad de captación de nuevos enfermeros, pero la solución no pasa por los turnos de 12 horas sino por otras alternativas como los turnos antiestrés, para que cada cuatro o cinco días puedan librar tres, más o menos». Es clave encontrar un sistema más adecuado «para reducir su nivel de estrés y ansiedad, aumentar su satisfacción y para que la atención sea de mayor calidad y haya menos riesgo de errores».
Fuentes:
http://www.elmundo.es/salud/2015/09/11/55f1d12e46163fd95a8b4595.html