Fabricio Ballarini:“A raíz de la pandemia, se están produciendo increíbles avances en medicina y bioingeniería”

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“Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías”, sentenció René Favaloro en un lejano 1999.

Si bien estamos lejos de la concreción de estos ideales, las grandes inversiones en medicina y bioingeniería realizadas a raíz de la pandemia podrían generar grandes beneficios a largo plazo en el sistema médico a nivel mundial. Así lo asegura el científico Fabricio Ballarini: “hubo un salto enorme en cuanto a lo tecnológico vinculado a la salud a raíz de la pandemia. Cuando la prioridad es una y se invierte todo allí, la humanidad da respuestas con rapidez. Todas las nuevas tecnologías se podrían usar para diferentes patologías en el futuro si hay suficiente inversión”.

¿Cuáles son los grandes avances biotecnológicos y científicos que surgieron a raíz de la pandemia? ¿Cómo podrían ayudar en otras patologías?

Ballarini, quien además de desempeñarse como investigador del CONICET y docente universitario, presta especial atención a la divulgación de la ciencia en la sociedad. Desde hace siete años es columnista en programas de radio.

¿Cómo se ha modificado el lugar de la ciencia desde el inicio de la pandemia?

Ya veníamos de décadas de gran empuje en ciencia, muchos países interpretaron que el conocimiento no solo permite tomar mejores decisiones sino también generar productos y beneficios a corto plazo. La pandemia aumentó esta idea del paradigma de la era del conocimiento, lo cual impactó directamente en las inversiones mundiales y hubo un salto enorme en cuanto a lo tecnológico vinculado a la salud. Hoy tenemos increíbles desarrollos en vacunas, diagnósticos, tratamientos y secuenciación de virus con sus variantes. Pero estos desarrollos no se dieron de un momento a otro por la pandemia sino que fueron consecuencia de los años previos de investigación, y las inversiones permitieron profundizar en todos esos conocimientos.

¿Los cambios en el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 podrían tener influencia en otro tipo de vacunas?

Sí, encontramos nuevas formas de desarrollar vacunas y de manera más veloz. Tanta inversión en estos puede desencadenar un nuevo paradigma médico. Los avances biotecnológicos que estamos viviendo podrían servir para generar vacunas para patologías no infecciosas, como distintos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Este es uno de los cambios más increíbles que podrían venir. Ya existen proyectos en fases preclínicas en diferentes partes del mundo.

¿Qué otros avances se posibilitaron?

Fabricio nos cuenta que estamos avanzando mucho en bioingeniería, gracias a la inteligencia artificial, para realizar diagnósticos con más rapidez que el ojo humano. Un médico ve muchas placas y tiene el ojo acostumbrado a evaluar. Pero si en vez de juntar la experiencia de un médico, reunís de modo online todos los estudios que se realizan, se genera una gran base de datos y se le enseña a un algoritmo a leer los estudios. Antes ya se venía estudiando el tema, pero la pandemia lo aceleró. Se están realizando bases de datos enormes desde universidades y clínicas. Se están desarrollando aplicaciones y algoritmos, y algunas clínicas en Argentina ya los utilizan.

¿Y en lo que se refiere a tratamientos?

Gracias a la inteligencia artificial, se pueden realizar ensayos con la computadora sobre qué fármacos son adecuados para diferentes enfermedades, sin necesidad de probarlos en seres humanos. Por otro lado, se está avanzando en la edición genética, para modificar el código genético de una persona cuando está viva. De esta forma se podrá corregir mutaciones de modo online para evitar que llegue a aparecer una enfermedad, sin la necesidad de llegar a un tratamiento. Más allá de la pandemia, también existen maravillosos avances en lo que se refiere a nanorobots, prótesis robóticas y en la interfaz cerebro- computadora. Esto permitirá ayudar a personas con discapacidad o con distintas enfermedades.

¿Ha cambiado la percepción social de la importancia que tiene la investigación científica?

Nunca estuvo tan valorada la opinión de los investigadores, han crecido las cuentas de científicos en todas las redes sociales. La sociedad se dio cuenta de que es importante conocer y saber sobre ciencia para tomar decisiones inmediatas. Más allá del tremendo impacto, o precisamente por ello, esta enfermedad está generando grandes cambios sociales y culturales .

En sus investigaciones, habla sobre cómo reeducar al cerebro. ¿De qué modo se lo puede reeducar para lograr adaptarse a contextos tan cambiantes?

Ballarini nos explica que la mejor manera de incorporar información es a través del sistema educativo, es el gran vector de movimiento cerebral. Es importante transferir conocimiento científico a quienes educan. Enseñar qué sucede con el cerebro y cómo funcionan los aprendizajes cuando hay hambre, estrés, angustia. Cómo fortalecer el sistema inmunológico y la importancia de las vacunas. Es necesario comprender al cerebro para mejorar el sistema educativo. Tenemos que cruzar más las ramas para entender los grandes problemas interdisciplinarios.

¿Por qué dice que “la ciencia es una de las expresiones más artísticas del universo”?

Me parece fascinante pensar a la ciencia como una expresión artística. Una hipótesis en un laboratorio es arte puro, existe belleza en los descubrimientos. Hay que hackear la forma de aprender. Transferir conocimiento científico a toda la sociedad, porque el conocimiento nos permite tomar mejores decisiones. La ciencia, sin dudas, nos hace más libres.

Señas particulares
Fabricio Ballarini estudió biología en la UBA, realizó un doctorado en neurofisiología y un posdoctorado en neurociencias en la misma universidad. Es investigador del CONICET en el Instituto de Biología Celular y Neurociencias “Prof. E. De Robertis” (IBCN UBA -CONICET), docente universitario y director de la carrera de bioingeniería del ITBA. Autor del libro “REC”, es presidente de la asociación civil Educando al Cerebro y generador de grandes proyectos de divulgación científica en redes sociales.

Fuente: www.clarin.com