Desde viajes y reuniones hasta factores de riesgo, qué hay que tener en cuenta a la hora de evaluar las actividades posibles una vez inmunizado.
Mientras avanza a diferentes velocidades y ritmos la vacunación en el mundo, comienza a surgir con fuerza el interrogante de qué hacer y qué no una vez recibida la inoculación. ¿Es posible pensar en salir a caminar sin mascarilla? ¿Son seguras las cenas en interiores o los abrazos con amigos?
Y la respuesta es complicada. Por ahora, las personas que recibieron la fórmula contra el COVID-19 deben tomar decisiones en un mundo en donde los vacunados y los no vacunados coexisten y convivirán durante al menos meses, incluso dentro de un mismo grupo familiar.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), las personas completamente vacunadas pueden reunirse en espacios de interior con otras personas que también hayan recibido las dos dosis sin tomar precauciones adicionales. A su vez, las personas vacunadas pueden reunirse con otras familias no vacunadas sin mascarilla pero siempre y cuando estén a una distancia prudencial -de al menos dos metros- los unos y los otros y mientras no estén en riesgo de desarrollar un caso grave por el nuevo coronavirus, al integrar alguno de los grupos de riesgo.
De todas formas, los CDC instan a las personas completamente vacunadas a seguir respetando las precauciones y señalamientos dados por las autoridades sanitarias, es decir tomar las precauciones de cuidado tanto en público como en reuniones privadas medianas o grandes. Esto incluye el frecuente lavado de manos, el uso de tapabocas o barbijo y el espaciado entre las personas.
Según la directora de los CDC, Rochelle Walensky, “hay algunas actividades que las personas que ya recibieron la inmunización pueden comenzar a reanudar ahora en la privacidad de sus hogares. Sin embargo, todos, incluso los que están vacunados, deben continuar con todas las estrategias de mitigación cuando se encuentren en entornos públicos”.
La mayoría de los expertos coinciden con el organismo oficial norteamericano: hasta que no estemos más cerca de la inmunidad de rebaño, cuando la gran mayoría de la población esté protegida mediante la vacunación o por haber cursado la infección por el virus SARS-CoV-2, el uso de los barbijos, el distanciamiento social y el evitar los espacios cerrados y/o muy abarrotados de gente en interiores debe ser prácticas habituales para todos.
Los consejos de los CDC apuntan a que la evidencia sugiere cada vez más que las personas vacunadas tienen menos probabilidades de transmitir el virus a través de infecciones asintomáticas, pero también hay muchas preguntas e interrogantes aún sin resolver en este sentido, por ejemplo en relación a la duración de la protección de las vacunas y su efecto frente a las variantes emergentes.
Para Chris Beyrer, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, “para estos varios meses en los que la cobertura de inmunización aún es baja, todavía estamos aprendiendo sobre las variantes, cepas y mutaciones que van apareciendo y por lo cual necesitamos saber más sobre esta transmisión. El mensaje que debemos dar de salud pública es mantener los comportamientos de cuidado hasta que salgamos de esto, que lamentablemente aún no hemos terminado”.
Vacunados con vacunados
Las pautas de los CDC están de acuerdo en que una vez que estén vacunados completamente, al menos dos después de la segunda dosis, es seguro reunirse en espacios interiores con otras personas completamente vacunadas sin mascarilla ni distancia.
En esta línea también opinó Paul Sax, director clínico de la división de enfermedades infecciosas del Brigham and Women’s Hospital en Boston: “Reunirse con otras personas inoculadas es científicamente muy seguro. Nada es 100% seguro pero en este caso se le acerca bastante”.
“No creo que la gente deba ir corriendo a un bar recién vacunados en donde las personas se gritan”, añadió, “pero el tipo de socialización que es parte de la naturaleza humana y que ha quedado en suspenso para muchos, se puede ir reanudando paulatinamente”.
Sobre este punto, Leana Wen, médica de emergencias y profesora de salud pública en la Universidad George Washington, advirtió: “Cuánto más grande es el grupo de personas, más riesgosa es la interacción, porque no se puede verificar que todos hayan recibido las dos dosis y no se sabe cuáles son sus exposiciones potenciales al virus”. “Se recomienda a lo sumo una reunión con otra pareja amiga o dos como mucho”, recomendó la doctora Wen.
Por su parte, Mónica Gandhi, médica especialista en enfermedades infecciosas y profesora de medicina en la Universidad de California en San Francisco, dio su opinión menos conservadora: “Las personas vacunadas pueden concurrir a cenas, a restaurantes, ir al cine, etc.”, pero señaló que incluso las personas que pudieron recibir el antídoto deberán mantener las conductas de cuidado en entornos públicos hasta que se alcance la inmunidad de rebaño.
Niños y adolescentes
Hoy en día no existe ninguna vacuna autorizada para niños y/o adolescentes menores de 16 años. “Este será uno de los problemas con los que las familias deberán lidiar y ser prudentes”, adelantó el doctor Chris Beyrer.
De acuerdo al doctor Sax, “hay una diferencia significativa entre los niños pequeños y los adolescentes o adolescentes en términos de transmisión del virus y de contraer la enfermedad”. Los adolescentes contraen y transmiten el nuevo coronavirus de manera similar a los adultos jóvenes, mientras que los niños más pequeños no contraen la enfermedad sintomática con tanta frecuencia y no parecen transmitir tanto. “Cada familia y cada grupo de amigos tomarán decisiones basadas en su propia tolerancia al riesgo”, añadió.
La doctora Wen recomienda que las familias continúen tomando precauciones en los encuentros de juegos con amigos y/o familias amigas, sobre todo cuando los adultos estén vacunados pero los niños no. “Pueden ser portadores asintomáticos y luego contagiarlos a sus hijos. Y si los niños están en la escuela o en la guardería, podría haber una propagación adicional a partir de eso“, alertó.
Reuniones de vacunados con personas no vacunadas en interiores
Los CDC dicen que sí, pero siempre y cuando las personas no vacunadas no tengan factores de riesgo que las pongan en riesgo de desarrollar COVID-19 grave. Gregory Poland, director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, afirma que esto podría ser potencialmente riesgoso ya que las personas no vacunadas pueden no conocer sus riesgos médicos y ni siquiera saber que tienen alguno. “No hay muchos datos acerca de la eficacia de la vacuna entre personas muy mayores, que reciben quimioterapia o inmunodeprimidos”, señaló.
¿Pueden los vacunados transmitir el virus?
“Estudios recientes indican que la vacunación redujo la infección asintomática en más del 80% en comparación con personas no vacunadas y las cargas virales nasales son bajas y potencialmente no infecciosas”, precisó el doctor Gandhi. De todas formas otros expertos advierten que esta evidencia es preliminar y que se necesitan pruebas más concluyentes. Además, las nuevas variantes, por ejemplo la de Manaos en Brasil, la sudafricana o la del Reino Unido plantean preguntas adicionales sobre si funcionarán o no los inoculantes en estos casos.
Las actividades a priorizar
El doctor Wen recomienda reprogramar todas las citas médicas y controles de rutina que se hayan pospuesto por la pandemia.
Viajar, ¿sí o no?
Las pautas de los CDC no actualizaron las recomendaciones de viajes. Y esto tiene sentido, teniendo en cuenta las variantes del virus SARS-CoV-2 que van surgiendo en diferentes partes del globo. De todas maneras, Wen desliza: “Una vez que se está vacunado, el riesgo al viajar es menor, siempre que se sigan todos los protocolos de seguridad”. De todas formas, recomienda: “continúe siendo cauteloso acerca de cómo interactúa con otras personas una vez que llegue a su destino, especialmente si las mismas no están inoculadas o viven en un área con altas tasas de transmisión”.
Visitas de familiares de la tercera edad
Siempre y cuando sea con mascarilla, es una actividad que no implicaría demasiado riesgo. Así lo ve el doctor Wen. “Si se siguen las precauciones, el riesgo de que contraigan la enfermedad es extremadamente bajo y el beneficio que implicará al estado anímico de esos familiares será superlativo”.
Las actividades menos riesgosas
Según el doctor Sax, “las actividades al aire libre son las más seguras de todas, y luego les siguen las que son silenciosas en interiores como por ejemplo visitar un museo con poca gente”.
Las menos recomendadas
Las situaciones de mayor riesgo incluyen eventos masivos en interiores, bares, gimnasios y lugares de culto en donde la gente canta y habla. ”No queremos sobrepasar los límites de lo que pueden hacer las vacunas antes de que disminuya el número de casos”, vaticinó Sax, “por lo menos hasta que el número de contagiados y las hospitalizaciones sean significativamente menores”.
Fuente: www.infobae.com