Se activó el protocolo de acción para evitar su expansión y fortalecer las estrategias de control alrededor de los que tuvieron contacto con los pacientes
Los últimos datos disponibles señalan que en la Argentina existen casi 10.000 casos de tuberculosis. La Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires concentran casi la mitad de los casos a nivel país
Lo primero que es fundamental hacer frente a una enfermedad de altísimo poder de transmisibilidad como es la tuberculosis (TBC) y frente a la detección o presunción de nuevos casos es aplicar todos los protocolos médicos establecidos y disponibles para cercarla y evitar su expansión, y fortalecer las estrategias de control alrededor de los que tuvieron contacto con los pacientes. Por eso mismo, el protocolo de acción establece que se deberán evaluar los contactos de los pacientes con TBC para su seguimiento hasta descartar el diagnóstico o para brindar tratamiento a quienes lo requieran. La noticia corrió como reguero de pólvora ayer por la tarde sobre la detección de 2 nuevos casos de tuberculosis en adolescentes de 3er. y 5to. año del secundario que asistían a una escuela porteña en el barrio de Monserrat.
A partir de la activación del protocolo tomó intervención el área programática de la GCBA del Hospital Argerich que para ambos casos – según consta en el comunicado del colegio Bernardino Rivadavia- realizó la reunión con las familias de los cursos involucrados y donde se indicaron los estudios y tratamientos obligatorios que deben llevar adelante los alumnos de ambos cursos.
Una enfermedad temible en alza
Los últimos datos nacionales disponibles señalan que en la Argentina existen casi 10.000 casos de tuberculosis. La Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires concentran casi la mitad de los casos a nivel país, de una enfermedad curable y prevenible y que tiene disponible una vacuna obligatoria prevista en el Calendario Nacional de Vacunación.
En diálogo con Infobae, la doctora Lilián Testón, médica infectóloga, coordinadora del Departamento de Epidemiología de FUNCEI explicó: «La tuberculosis es un tema de salud pública que nos debe ocupar a todos: es una enfermedad social, contagiosa y curable. Históricamente se la ha relacionado con poblaciones en condición de pobreza y en la actualidad estas fronteras se han derribado”.
Existen dos tipos de Tuberculosis: la pulmonar, que es la más frecuente y contagiosa, la cual representa alrededor del 80 al 85% del total de los casos; y la extrapulmonar, que afecta a otros órganos fuera del pulmón, como la pleura, ganglios, aparato genitourinario, columna, entre otros. En el primer caso, la enfermedad se presenta con signos respiratorios como tos seca o productiva, expectoración con o sin hemoptisis, dolor torácico y síntomas generales como anorexia, astenia, adinamia, sudoración nocturna, pérdida de peso y a veces fiebre prolongada. El paciente puede contagiar hasta tanto no haya iniciado un tratamiento, es por eso que toda persona que presente tos y catarro persistente por más de 15 días deberá ser estudiada para descartar la patología. Señaló Testón, “el contagio de esta enfermedad se produce cuando quien la padece elimina pequeñas gotas de saliva (gotas de Fludgge) que contienen bacilos al toser, hablar o expectorar, teniendo mucha influencia las características del ambiente y la periodicidad y duración del contacto”.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la Tuberculosis se puede realizar a través de la bacteriología (baciloscopia), radiología, reacción de PPD (va a mostrar infección, aunque no enfermedad) y otras técnicas de laboratorio. Luego, la mayoría de los pacientes se cura en un periodo de seis meses o más de acuerdo a la categoría de la enfermedad si reciben tratamiento y lo cumplen de manera adecuada, preferentemente mediante esquemas de TAES (Tratamiento Estrictamente Supervisado) o TDO (Tratamiento Directamente Observado). Una vez iniciado el tratamiento de la persona con diagnóstico de tuberculosis es muy importante registrar y evaluar los contactos que viven o tienen relación con ella por más de 4 horas diarias, controlando si presentan o no sintomatología, si están vacunados o no y, de no estarlo y ser menores de 6 años y no contar con documentación de vacunación y/o con cicatriz, deberán vacunarse con BCG para poder iniciar la correcta quimioprofilaxis, tratamiento que dura aproximadamente 6 meses.
El crecimiento de la tuberculosis, no sólo en la Argentina sino en el mundo entero se evidencia en sus números: se trata de la novena causa de muerte en el mundo y la primera causa de muerte por enfermedades infecciosas.
Fuente: www.infobae.com