Es un tejido artificial capaz de generar oxígeno gracias a la fotosíntesis; podría servir para ayudar en la curación de heridas, lo creó un científico chileno
Tomás Egaña , ingeniero en Biotecnología, llegó a la Universidad de Lübeck a trabajar al laboratorio de ingeniería de tejidos, en un proyecto de piel artificial que mejora la capacidad de crecimiento de vasos sanguíneos. «Estos transportan oxígeno, y necesitábamos células que lo produjeran directamente. Nos costó mucho darnos cuenta de algo bastante obvio y es que ya existían esas células, que son las de las plantas», cuenta.
Así surgió HULK, sigla en alemán por «Hyperoxie Unter Licht Konditionierung» (Inducción de hiperoxia bajo el condicionamiento de la luz). Se trata de una piel artificial que genera oxígeno por fotosíntesis, al igual que las plantas, ante el estímulo de la luz. El oxígeno es fundamental para la vida de tejidos y órganos y muchas enfermedades se explican por la falta del mismo.
HULK está hecho con microalgas y es, por lo mismo, verde. El nombre, de innegable carácter lúdico, ha sido un buen gancho para el proyecto, pues lo hace fácil de recordar. «Hace alusión a un personaje que es verde, es fuerte y es científico. Nos gustó como concepto», reconoce Egaña.
«Entre las indicaciones están las heridas crónicas, que son difíciles de sanar. Por ejemplo, en pacientes diabéticos o con enfermedades vasculares, o ambos, que tienen en común la muerte del tejido producto de que le llega muy poco oxígeno», señala el Dr. Machens, cirujano reconstructivo y jefe del equipo de investigación donde se desempeña Egaña.
«Las heridas crónicas son un gran problema que sufren millones de personas en el mundo. Sabemos que en muchos pacientes no sanan y en algún momento terminan en amputación, sobre todo en extremidades inferiores, y es lo que uno quiere evitar. Entregarle oxígeno ayudaría a la curación de la herida», explica el cirujano.
Este problema de salud tiene además un alto impacto económico y social. «Solo en Alemania, las heridas crónicas representan un gasto anual de cuatro a cinco mil millones de euros», indica el Dr. Machens. «A la comunidad europea le cuestan el 2 por ciento del presupuesto anual de salud -agrega Egaña-. Hay que pensar también en todos los deshechos quirúrgicos asociados. Si uno pudiera curar estas heridas, ahorraría toneladas de plástico y basura y camas. Además, los cirujanos podrían dedicarse a otros pacientes, y estos no necesitarían rehabilitación y podrían volver antes a trabajar».
«Las aplicaciones clínicas de HULK son casi infinitas», adelanta el científico chileno: insuficiencias cardíacas y pulmonares, tumores, quemaduras, úlceras, manejo de órganos para trasplante, cirugía…
Suturas, vendajes y otros materiales fotosintéticos podrían inducir el proceso regenerativo y además, por ingeniería genética de las algas, liberar otros factores que mejoren la cicatrización, como antibióticos o antiinflamatorios, no solo en la piel, sino también en órganos internos.
Pero para esto, todavía queda camino por recorrer. «Lo primero es encontrar un mecanismo que conecte células humanas con vegetales. Antes de aplicarlo dentro del cuerpo, queremos probar y estudiar qué efectos biológicos puede tener en la superficie del cuerpo», indica el Dr. Machens.
Fuentes
http://www.materialstoday.com/biomaterials/news/algae-breathe-new-life-into-tissue-engineering/
http://www.dw.com/es/hulk-podr%C3%ADa-salvar-vidas/a-36191576
http://www.enactualidadrd.com/2016/11/increible-hulk-el-tejido-que-salva-vidas.html